El ABC para evitar crisis energética

Si se siguen retrasando las estrategias para acelerar el desarrollo de proyectos en el país, en 12 años Colombia enfrentará un déficit mínimo de energía eléctrica en 2027 y un máximo en 2035.
Esta es la conclusión del análisis de cinco escenarios de futuro, incluyendo el desarrollo de todos los proyectos previstos hasta la fecha (los más positivos); la posibilidad de no implementar las acciones de quienes se encuentran en zonas de conflicto (como La Guajira y Cesar); o simplemente desarrollar cosas que no causen problemas.
El estudio se realizó con el apoyo de la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de Colombia (Acolgen), Facultad de Minería de la Sede de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Medellín, realizando un estudio del balance de oferta y demanda.
Estos hallazgos sirven como insumo para desarrollar estrategias que impidan que los países lleguen a ese punto.
Según la Unidad de Planificación Minero Energética (UPME), el consumo eléctrico crecerá entre 2,2 y 3,4% anual. Este aumento es importante para anticipar los desafíos que enfrentará este país en términos de ampliar la generación y transmisión de energía, al menos para 2036.
Con datos de la Upme y conexiones encargadas, compromiso de mercado, entre otros, ocho investigadores de la Universidad Nacional Sede Medellín, un amplio equipo de Energética 203o y dos asesores externos modelaron cinco escenarios futuros.
Desde los más leves hasta los más críticos
«Estamos partiendo del mejor escenario, que es implementar los 362 proyectos planificados, donde se espera que la capacidad instalada (CI) para producir energía ascienda a 19.234 megavatios (MG), tomando en cuenta que a la fecha el país cuenta con una potencia instalada de 19 gigavatios (GW)”, dijo el profesor Santiago Arango Aramburo, quien trabaja en la Facultad de Minas.
El segundo escenario plantea que sólo avanzan proyectos fuera de la zona potencial de conflicto (La Guajira, Cesar o Magdalena), por lo que el IC sólo asciende a 15.187 MW.
El tercero indicó que sólo operarán los proyectos que a la fecha no han reportado problemas -por ejemplo, no se incluye Hidroituango fase 2-, que suman 15.305 MW.
Para el cuarto escenario, solo se toman en cuenta los proyectos que no están bajo otros proyectos de generación o transmisión, lo que resulta en solo 8.572 MW.
El quinto escenario incluye proyectos que tienen una Obligación Firme de Energía u otro compromiso de venta de energía obtenido a través de subasta de manera que sólo se consigan 3.592 MW.
“La energía empresarial se refiere a la electricidad de la que podemos depender en todo momento, incluso cuando la demanda es alta o hay variaciones climáticas. Por tanto, nos encontramos con que a partir de 2035 habrá un balance energético corporativo negativo para todos los escenarios evaluados”, explica el profesor Arango.
Los escenarios más desfavorables son los escenarios 4 y 5, que resultarán en un gran déficit energético en 2027. «Esto sucede porque el 90% de los proyectos de energía eólica y el 55% del total de los proyectos dependen de la finalización de otros trabajos, incluida la ampliación de la red de transmisión nacional». . Además, el 54% del total de proyectos se ubican en el Caribe colombiano, la región con mayor número de conflictos con las comunidades y retrasos en las obras reportadas”.
Habrá un déficit
La previsión no mejora ni siquiera en el escenario más favorable –1– porque en este escenario habrá un gran déficit energético a partir de 2034; para el número 2, el déficit comenzará en 2033, y para el número 3 en 2030.
«Todos los escenarios muestran la relevancia de completar el proyecto, además de la ampliación de la red de transmisión, es decir, el ‘marco importante’ que permite distribuir la energía en el país, porque entre 2023 y 2032 la conexión de 437 proyectos de transmisión es la generación esperada, dirigida a 236 puntos diferentes», afirmó el experto.

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