Pico y Placa de Bogotá tendrá importantes cambios

Carlos Fernando Galán, alcalde electo de Bogotá, anunció una revisión integral del Pico y Placa en la capital, con el objetivo de cambiar completamente el modelo actual. Para abordar los problemas de movilidad actuales y mitigar los impactos económicos negativos, el alcalde electo propone una revisión completa de las restricciones vehiculares.
Actualmente, el Pico y Placa funciona de 6 a 21 horas y restringe el tráfico en días pares e impares según el último dígito de la matrícula. La propuesta de Galán propone un cambio importante, como es la restricción a las horas punta, una medida que podría cambiar fundamentalmente la dinámica del tráfico en la ciudad.
En concreto, Galán nombró proyectos clave que marcarán los próximos cuatro años, entre ellos la continuación y finalización de la línea 1 del metro, los avances en la segunda línea y la estructuración completa de la línea 3. Estos proyectos se enmarcan en una visión integral para abordar la superación de la movilidad. desafíos y reactivar la economía de Bogotá.
Los expertos creen que los problemas de tráfico en la capital se deben a la falta de medidas efectivas en el momento adecuado, que hoy se superponen con extensas obras de construcción, un sistema de transporte inadecuado y un déficit en la infraestructura vial.
En conclusión, el anuncio de Carlos Fernando Galán marca el inicio de una discusión crucial sobre la movilidad urbana en Bogotá y presagia cambios significativos que podrían redefinir la forma en que los ciudadanos se mueven por la capital colombiana. La revisión de picos y placas está demostrando ser una pieza clave en el rompecabezas del gobierno de Galán, que busca equilibrar la eficiencia del transporte con incentivos económicos a través de la infraestructura urbana.
El Pico y Placa ha sido una de las medidas de regulación de vehículos más controvertidas desde su introducción. EL NUEVO SIGLO ofrece un recorrido por los cambios que ha sufrido esta medida desde sus inicios.
En 1998 se introdujo por primera vez en Bogotá el Pico y Placa, siguiendo el modelo utilizado en México en 1989. Si bien la medida se aplicó en la ciudad para reducir el número de vehículos que circulan por las calles, con el tiempo paradójicamente ha provocado una mayor congestión en las calles.
Esta medida estuvo marcada por el liderazgo de tres alcaldes: Enrique Peñalosa, Gustavo Petro y Claudia López.
Durante el primer mandato de Enrique Peñalosa, la medida se implementó con el objetivo de reducir la congestión vehicular provocada por la construcción de la primera fase de Transmilenio, otro proyecto liderado por Peñalosa.
En ese momento, la restricción regía en horario de la mañana entre las 6:00 a. m. y las 7:00 p. m. y 10:00 horas y por la tarde de 13:00 a 17:00 horas. Entre las 21 y las 21 horas, la restricción provocó la parada de unos 240.000 vehículos.
Como resultado, las ventas de automóviles aumentaron debido a los conductores que no quisieron verse afectados por la medida y, con ello, el número de vehículos que circulan por la ciudad.
En 2002, durante el mandato de Antanas Mockus, comenzó a surgir el primero de muchos cambios. Se implementó el cambio de día anual y se amplió la restricción a 5 horas.
Sin embargo, el siguiente cambio generó un mayor impacto. En 2009, durante el mandato de Samuel Moreno como alcalde y en medio de protestas por el incumplimiento de sus promesas de campaña, el Pico y Placa se extendió a 14 horas. Al parecer el principal motivo de la decisión fue el inicio de las obras de la Fase III de Transmilenio.
A día de hoy no sólo sigue aumentando la compra de coches, sino también de motos.
En julio de 2012 se realizó el tercer cambio en Pico y Placa bajo el liderazgo de Gustavo Petro. Se adoptó el esquema par-impar y el exalcalde redujo el horario de 14 horas a 7 horas.
Hasta el momento, ha sido el modelo que ha generado mayor aceptación entre los bogotanos. Sin embargo, como hay meses con 31 días, los vehículos con placas terminadas en número impar debían cumplir con la restricción durante dos o más días consecutivos.
Posteriormente, Gustavo Petro derogó la medida de pico y placa en la zona sur de la ciudad. Sin embargo, en 2013 la decisión fue revocada por resultar contraproducente para la movilidad de la zona. El modelo se mantuvo sin cambios durante el resto de su mandato como alcalde.

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