ONU hace publico los datos de actos opresivos por las protestas por la muerte de Mahsa Amini en Irán

El 16 de septiembre de 2022, Mahsa Amini, una mujer kurda iraní de 22 años, murió después de ser detenida por la policía de moralidad por violar el estricto código de vestimenta para mujeres de la República Islámica. Este hecho marca un momento en la historia reciente del estado persa. Movilización masiva sin precedentes de personas en diferentes ciudades contra el régimen de los ayatolás. Este es un síntoma claro de una sociedad cansada de la crisis económica y la falta de libertad personal. Pero lejos de encontrar soluciones y satisfacer las necesidades sociales, la respuesta de las autoridades ha sido más represiva y violenta.

Esto fue confirmado por la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre Irán. En un informe publicado hace unos días, el grupo de trabajo advirtió que Teherán está atacando a las personas que participan en las protestas de 2022.

Viviana Krsticevic, actual Directora Ejecutiva del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL, por sus siglas en inglés), es una de las investigadoras que formó parte de la Misión de la ONU. En diálogo con Infobae, expresó la preocupación del organismo ante “la falta de apego de la investigación nacional a los estándares mínimos de derechos humanos, incluidas la independencia, transparencia y debida diligencia”.

Puntualizó, asimismo, en los esfuerzos del régimen por “inhibir la búsqueda de la verdad”. En ese sentido, recordó las detenciones de los periodistas que primero reportaron sobre el caso de Amini: Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi.

La familia de Mahsa, además de haber sufrido la pérdida de la joven a manos de la policía de la moral, también fue víctima todos estos meses de amenazas, y su derecho a la verdad y la justicia “continúa desatendido”.

Krsticevic comentó que desde que se reportó la muerte de Mahsa, y el posterior estallido social, toda muestra o expresión de apoyo a la joven iraní fue respondida por las autoridades del régimen con violencia, censura y represión: “En la FFMI hemos recibido cuantiosa información sobre las personas que salieron a las calles o buscaron diversas maneras de expresar su solidaridad con Mahsa Amini y su familia. Estamos estudiando numerosas alegaciones de violaciones de derechos en respuesta a la búsqueda de la verdad y justicia por su muerte, o por expresiones de fraternidad y sororidad a través de diversas manifestaciones de protesta y expresión”.

“Ellas incluyen situaciones vinculadas a ciudadanos en diversas regiones del país: periodistas, artistas, abogados, estudiantes, familiares, entre otros”, agregó.

Irán lleva años sufriendo las consecuencias de un régimen que viola sistemáticamente los derechos humanos, con ejecuciones extrajudiciales y persecución a opositores. Sin embargo, la muerte de Mahsa no pasó desapercibida y movilizó a miles a las calles a exigir un cambio. Algunos, incluso, no temieron desplegar banderas con la cara del líder supremo, Ali Khamenei, y la frase “muerte al dictador”. Otros, en tanto, quemaron imágenes del ayatolá y de los principales jerarcas del régimen sin medir las posibles represalias.

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